Abordar el trabajo con las emociones desde edades tempranas es fundamental para que los niños aprendan a reconocer y gestionar los sentimientos que van a experimentar a lo largo de sus vidas. Es muy importante que aprendan a conocerse, saber cómo son y sepan quererse. El saber identificar lo que sienten es esencial para que puedan expresar sus emociones y, en un futuro, puedan gestionar la rabia, el miedo o la frustración. La idea es que cuando sean adultos puedan hacer frente a las adversidades que se presenten y tener un mayor bienestar mental. El trabajar todo esto hace que cuando sean adultos tengan más confianza en sí mismos, una mejor autoestima, menos estrés y sean más felices.
La mejor manera de trabajar con las emociones es mediante actividades divertidas y sencillas que les ayuden a los niños a desarrollar las habilidades sociales y las competencias emocionales principales.
El libro con el que vamos a trabajar es «El monstruo de los colores» de la autora Anna Llenas.
Vamos a tomar este texto como punto de partida para comenzar a hablar de las emociones.
Este libro trata sobre un monstruo al que se le han puesto de cabeza las emociones, se siente «hecho un lío» y no sabe qué le pasa… Le tocará deshacer este embrollo y tratará de poner en orden sus emociones…
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Índice
- Antes de leer
- Momento de la lectura
- Después de leer
- Propuestas de actividades para trabajar con las emociones
- 1- Identificar las emociones
- 2. Emociómetro
- 3. La rueda de las emociones
- 4. El dado de las emociones
- 5. Confeccionar títeres
- 6. El frasco de las emociones
- Otros libros sugeridos para complementar este proyecto de trabajo áulico
Antes de leer
Antes de comenzar con la lectura podemos indagar en los niños qué saben sobre sus emociones y sentimientos.
Preguntar por ejemplo, ¿Cuando se sienten «hechos un lío», que no saben lo que quieren, lo que les pasa?
¿Qué momentos les da alegría? ¿Qué sensaciones experimentan cuando sienten miedo? ¿Alguna vez se sintieron tristes? ¿Qué hacen suando se sienten nerviosos o enojados para volver a serenarse?
Luego, analicen la tapa. Su título, una breve biografía de la autora, editorial, qué es un libro pop-up…
Vayan a la contratapa y lean la síntesis…
Momento de la lectura
La lectura se hace de manera ininterrumpida. Mostrando los dibujos… Los niños pueden estar sentados en ronda en caso que se lea en la escuela.
Después de leer
Es el momento en que comenzamos con el intercambio oral. Trabajar con la oralidad no es una pérdida de tiempo. La escuela también debe enseñar la expresión oral, debe permitir el enriquecimiento del vocabulario, comaprtir experiencias con los otros y promover el crecimiento intelectual permitiendo el desarrollo del lenguaje que se habla.
Podríamos proponer preguntas que los invite a la reflexión:
Este libro nos cuenta sobre: la confusión, la alegría, la tristeza, la rabia, el miedo y la calma. Entonces:
- ¿Cómo expresas que estás feliz? ¿Con qué objeto/elemento podrías identificar esta emoción?
- Relaten algún momento en que se sintieron tristes y qué hicieron para salir de ese estado.
- ¿Qué injusticias despiertan tu enojo? ¿Cuándo se despierta en ti esta emoción?
- ¿A qué le tienes miedo? ¿Haces algo para que desaparezca?
- ¿En qué situaciones o momentos del día encontrás la calma?
- Si, por el contrario, te sientes nervioso ¿Qué haces para relajarte? ¿Tienes alguna técnica?
- ¿Qué emoción o sentimiento podrías identificar en color rosa?
Propuestas de actividades para trabajar con las emociones
1- Identificar las emociones
Lo primero que haremos es fabricar los 6 monstruos con cada una de las emociones. Luego, se confeccionarán tarjetas con situaciones supuestas en las que se dé cada una de las emociones. Se leerá cada una de las situaciones y se colocará junto al monstruo correspondiente.
Claro que cada tarjeta, de acuerdo a la edad que se presente la propuesta, llevará al análisis y debate antes de colocarlo junto al monstruito que corresponda.
Te paso a dar un ejemplo…
«El mejor amigo de Carlos se irá a vivir a otra ciudad, ¿cómo se siente Carlos?”
Los niños deberían poner la tarjeta al lado del monstruo-azul-triste.
Algunos podrán indicar que Carlos, si es un buen amigo, va a ponerse feliz porque sabe que será lo mejor para él. Otro podrá mostrar su enojo (rabia) y quizás otros digan que les provoca confusión porque, por un lado se encuentran contentos por él pero por otro, tristes porque el amigo se va. Y todas las emociones son válidas!!!
Así puedes preparar nuevas trajetas para ir leyendo y analizando junto con el alumnado.
2. Emociómetro
Para esta propuesta sólo necesitamos los monstruitos y pinzas, cada una con los nombres de los chicos. Lo pondremos en un lugar de fácil acceso para ellos, para que cambien la pinza cada vez que lo desean.
Periódicamente pediremos a los niños que expliquen el por qué de su estado, tomando de esta manera consciencia de que determinados hechos nos generan determinadas emociones.
Al final del día, sería bueno que quienes quieran exponer, cuenten porqué se sienten de esa manera. Si alguien cambió la pinza de lugar, sería interesante que cuente qué le hizo cambiar su emoción de momento a otro.
3. La rueda de las emociones
La idea con esta propuesta es que cada niño fabrique su propia rueda de las emociones. Para ello, les proporcionaremos una plantilla para que la coloreen con el color correspondiente a cada emoción y la recorten. Los dividiremos por grupos. Podemos jugar de varias maneras con la rueda.
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- Adivina cómo me siento. Mímica . El concursante gira la rueda y debe expresar con mímica la emoción que le ha tocado, los demás tienen que adivinar. De esta manera trabajamos la gestualidad, detectar las emociones en los demás (lenguaje no verbal)
- Explica un día que te sentiste así. El concursante debe explicar una situación refer.nte a la emoción que le ha tocado los demás tienen que adivinar de qué emoción se trata.
4. El dado de las emociones
Esta es otra opción para alternar con la ruleta. La propuesta consiste en confeccionar un dado. Lanzarlo al aire e ir viendo la emoción que aparece. Si se decide jugar con la clase en su totalidad, la idea es preguntar en qué situaciones se sienten así, cuándo fue la última vez que estuvieron (el nombre de la emoción) y qué hicieron para modificarla, en algún momento del día de hoy se sintieron así, cuándo y por qué…
5. Confeccionar títeres
Como ya escribí en otro artículo relacionado con este tema, jugar con títeres es muy beneficioso para los niños ya que con ellos, pueden desarrollar la creatividad e imaginación: Los niños pueden crear sus propias historias, decidiendo qué dirán los títeres o qué acciones representarán. Es una actividad que invita a que la imaginación vuele. Podemos confeccionarlos con palillos de helado, hacer títeres de dedos o títeres manopla, como los de la imagen.
6. El frasco de las emociones
Armar frascos, decorarlos de los colores que corresponden a las emociones, contar con papeles en un lugar del aula donde los niños escriban lo que van sintiendo y los coloquen en sus respectivos frascos puede ser una actividad muy enriquecedora.
Y es que a la hora de abrir los frasco y leer lo que les fue sucediendo a los niños, los invitamos a expresar lo que sienten, a sacar sus emociones a flote y compartir con otros pares sus sentimientos. Esta propuesta podría llevarse a cabo entre 2 y 3 veces por semana.
Otros libros sugeridos para complementar este proyecto de trabajo áulico
El Emocionario describe, con sencillez, cuarenta y dos estados emocionales para que aprendamos a identificarlos y, así, podamos decir lo que realmente sentimos.
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«El Emocionómetro del Inspector Drilo» es un libro sobre emociones con algunas peculiaridades que lo hacen único. … La ciudad en la que vive, Forestville, está poblada de Emis, cada uno de los cuales representa una emoción: alegría, tristeza, miedo, envidia, sorpresa, amor, enfado, vergüenza, celos y asco.
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Te dejo el video que detalla más sobre este libro y el tema de las emociones… Espero que te sirva!!
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