No hay nada mejor que ver la expresión de sorpresa, alegría y risa cuando cuentas un chiste a un niño. Por eso, es que en el artículo de hoy hablaremos sobre la importancia de abordar este tipo de texto en niños que se están acercando al mundo de la lectura y la escritura.
Primero, los chistes son textos breves, fáciles de leer pero a la vez de comprensión más compleja. Segundo, porque hacemos foco en la relevancia que tiene otorgarle sentido a un relato y finalmente, se requiere de un momento distendido, donde compartir chistes tanto en la escuela como en casa puede ser un buen momento para divertirse con los niños.
Chistes de animales para leer y escribir
Los chistes de animales son imprescindibles para trabajar con los niños porque permiten que estos conozcan el entorno y enriquezcan su vocabulario. Además, nos ayudan en el desarrollo de la inteligencia y aprendizaje a través de una experiencia muy divertida.
Pero ojo, no sirve cualquier broma, tienes que usar un lenguaje, unos personajes y una situación que además de ser cómica, sea asequible a la edad de tu público.
Por esta misma razón es que los chistes que involucran animales abordan una temática cercana a los niños: presentas un entorno conocido, unos personajes de sobra reconocibles y una situación sencilla de «digerir» para el público infantil.
Beneficios de abordar los chistes en clase
Trabajar en el aula o abordarlos en familia permite que el niño desarrolle la mordacidad y el espíritu crítico, el humor y la ironía. Todo esto denota inteligencia. Incentivar esto en los niños desde pequeños, los convierte en mejores ciudadanos y mejores personas.
Otro de los beneficios que proporciona el abordar los chistes en una situación áulica tiene que ver con que estos ayudan a los niños desarrollar una gran memoria debido a que se deberán aprender estos chistes con animales como protagonistas si quieren compartirlos con sus amigos y compañeros.
Además, no solo vas a suscitar el buen humor y a crear un ambiente relajado, sino también establecerás con el niño o niña una relación más cercana y afable y aasí construir una relación de confianza y respeto.
Es decir, que no sólo trae beneficios en lo cognitivo sino también en lo emocional.
Contar chistes hace que se les vaya entrenando la inteligencia y la memoria a los niños y puedan almacenar mejor la información cuando tengan que estudiar. De hecho son muy buenos porque favorecen a la mejora de la atención.
¿Cómo puedo enseñar a leer y escribir con chistes?
Como comenté al principio, los chistes son textos breves con mucho sentido y por lo tanto altamente beneficiosos para comenzar a leer y escribir.
¿De qué manera lo vinculo con la escritura y la lectura?
1- Brindarle la oportunidad a los niños de jugar a contar chistes que sepan, que se rían y se diviertan.
2- La maestra cuenta un chiste (que debió elegir previamente y planificó las actividades de lectura y escritura)
3- Copiar en una cartulina el chiste con el que se trabajará y entregarle una copia a cada alumno.
4- Leer siguiendo con el dedito y pedirles que localicen el nombre del animal del que trata el chiste y lo marque.
5- Pensar y escribir otras palabras que comiencen como el nombre de ese animal.
6- Dar a los alumnos alguna imagen con la posibilidad de pensar y escribir un chiste. Esta actividad se hace por dictado al maestro mientras este escribe en el pizarrón.
7- Se procede a la lectura siguiéndola con el dedito. Se tipea en computadora y se entrega un ejemplar de la producción hecha entre todos.
Se puede abordar la lectura y la escritura de chistes no sólo para leer y escribir sino en el marco del proyecto de ciencias: Animales.