La comprensión lectora es un pilar fundamental en el aprendizaje del alumno ya que sin esta habilidad, se encontrará con grandes dificultades a la hora de adquirir nuevos conocimientos.
Leer va más allá de decodificar símbolos gráficos. Leer es comprender lo que está escrito logrando hacer inferencias, «leer entre líneas», aportando conclusiones, incorporando nuevo vocabulario.
El niño lee a través de un adulto cuando le cuenta un cuento o cuando, a través de un libro álbum, va estableciendo un diálogo entre lo que está escrito y las imágenes que aparecen.
Luego, aprenden a leer por sí mismos, aquellos textos que son de su interés: un cartel, un folleto, un libro.
Es importante seleccionar libros que motiven y despierten la curiosidad ya que si no consideramos este punto, lo más probable es que al niño le cueste mucho acercarse al mundo de la lectura y pierda esta habilidad de la comprensión textual.
Índice
¿Qué es la comprensión lectora?
La comprensión lectora es aquella capacidad de la persona por entender aquello que se lee. Es decir, comprender las ideas globales de un texto, procesarlas y encontrar su significado en base a sus conocimientos previamente adquiridos.Un proceso que funciona de distinta manera para cada individuo, suponiendo una experiencia personal en la que poner a prueba sus destrezas y habilidades propias. A mayores conocimientos y habilidades previas por parte del lector, mejor será la comprensión del texto.
La comprensión lectora debe ser un objetivo primordial en la educación de los niños ya que debemos enseñarles que entender lo que está escrito, su contexto, puntos claves es poder interactuar con el texto enriqueciéndonos y sacando provecho de nuestra propia experiencia con él.
Estrategias para trabajar la comprensión lectora
Teniendo en cuenta que no todos los alumnos tienen las mismas competencias lectoras, podemos abordar la lectura y su posterior comprensión a partir de algunas propuestas de trabajo:
Contextualizar al alumno: Antes de leer
Previo a comenzar la lectura, es importante poner en contexto al alumno sobre el contenido que tratará la lectura, preguntándoles por lo que conocen de él, aportando información adicional y de valor. Algo que mejorará sin duda, la experiencia lectora.
Es importante que los alumnos se familiaricen con el título, conozcan más sobre el autor, logrando una visión global de lo que posteriormente leerán.
El momento de lectura debe ser respetado, sin interrupciones para que los niños escuchen y presten atención al relato. Pueden mirar las imágenes pero en ese momento no debieran hacer comentarios ya que se perdería el hilo de lo que el docente lee.
Brindar un espacio de intercambio entre lectores
Luego de la lectura es importante que más allá de las preguntas que como docentes planificamos para el momento de la oralidad, les demos un espacio a los niños de que expresen sus sensaciones, lo que les pareció, si les gustó o no y puedan justificar sus opiniones. Este espacio es muy productivo para fomentar la expresión oral, para que vayan incorporando vocabulario, aprendan a compartir sus experiencias y gustos y a su vez puedan fundamentar sus puntos de vista.
Trabajar con el diccionario
En cada texto que lean, por sí mismos o a través del docente, es importante descubrir aquellas palabras nuevas o que son importantes que adquieran para enriquecer su vocabulario. Además de buscar su significado en el diccionario, se puede hallar un sinónimo para que ellos puedan comprenderlo con mayor facilidad.
Además, propongo el armado de un panel donde figuren estas palabras nuevas que se van adquiriendo a través de las experiencias lectoras. Este cartel puede consultarse para incorporar estas palabras al lenguaje cotidiano, o bien, para corroborar su ortografía.
Por ejemplo, en alguna experiencia personal, hemos armado con los alumnos, un panel de palabras terroríficas que aparecían en lo textos que estábamos trabajando en el marco del proyecto: «Cuentos y relatos de terror».
Hallar las ideas
Es importante enseñarle a los niños a encontrar en un texto la ideas principal y distinguirla de las secundarias.
Localizar fragmentos en un texto a través de una pregunta disparadora por parte del maestro es una actividad sumamente enriquecedora y que facilita la comprensión lectora. Si lo que deben encontrar los alumnos se halla en sectores diversos del texto, mucho mejor porque los obliga a realizar un lectura más sigilosa y atenta.
Las inferencias
Inferir consiste en ir más allá del texto. Es aquello que no está escrito textualmente sino que lo desea transmitir el autor y uno se da cuenta por las sutilezas de la escritura. Es la llamada «lectura entre líneas». Trabajar desde edades tempranas la inferencia por medio de la búsqueda de pistas dentro de un texto breve, ayuda a que el alumno potencie su buena compresión literal y no literal, mejorando su comprensión lectora general.
Reconocer las secuencias temporales
La búsqueda de relaciones causa-efecto en el texto y la identificación de su desarrollo lineal y temporal ayudará al alumno a trabajar su comprensión lectora. Es importante que el docente planifique sus preguntas para ayudarlo a comprender mejor qué ocurrió al principio y qué al final, como así en la parte central. Una buena manera de abordar esta secuenciación en el tiempo es brindarle a los niños la posibilidad de ordenar imágenes de manera tal que puedan indicar qué sucede primero, qué después y así sucesivamente.
Para poder abordar estos tips de comprensión lectora, te invito a adquirir mi cuadernillo de actividades donde podrás trabajar esta temática tanto si eres docente como padre/madre. Recuerda que fomentar hábitos de lectura y realizar ejercicios de comprensión ayudará a los niños a desarrollarse como estudiantes competentes.