En el artículo de hoy vamos a hablar acerca de las adivinanzas para niños, por qué es tan importante su implementación en la educación y cuáles son los beneficios de resolver este tipo de enigmas.
Una adivinanza es una pregunta ingeniosa que se presenta como un juego de palabras en un enunciado, por lo general, en forma de rima y plantea un componente educativo. Se trata de un enigma sencillo en el que se describe una cosa de forma indirecta para que alguien lo adivine.
Trabajar con adivinanzas en niños que están iniciándose en el proceso de la lectura y la escritura es sumamente atractivo ya que:
- Son textos breves de fácil memorización,
- Les resulta un juego divertido,
- Les permite pensar y elaborar una solución al enigma planteado,
- Incorporan nuevo vocabulario,
- Aprenden a jugar con rimas,
- Desarrollan su creatividad e imaginación,
- Se centran en el sistema de escritura al escribir la solución.
¿Qué características tienen las adivinanzas?
En general, las adivinanzas son una forma de juego de palabras y del pensamiento, transmitida oralmente de una generación a otra. Están destinadas a un público infantil, por lo que tratan de animales, objetos cotidianos o referentes fácilmente reconocibles. Los niños emplean la imaginación para, a través de pistas provistas, descifrar a qué cosa se refieren.
Jugar a las adivinanzas es muy beneficioso para los niños ya que además de entretenerlos, sirve para fomentar la imaginación, el pensamiento deductivo y la reflexión sobre el lenguaje.
¿Cuáles son los beneficios de jugar con adivinanzas?
Entonces… jugar a las adivinanzas:
- Potencia la memoria.
- Aporta seguridad y autoconfianza.
- Favorece el desarrollo del lenguaje oral.
- Fomenta la creatividad innata.
- Estimula el aprendizaje de palabras nuevas y la capacidad de socialización.
- Despierta la motivación.
Ejemplos de adivinanzas para niños
¿Cómo abordar la lectura y la escritura en las adivinanzas?
Así como leemos un cuento, siguiendo con el dedito y le preguntamos al niño: ¿Dónde dice? ¿Cómo te diste cuenta?, podemos abordar del mismo modo, la lectura de una adivinanza.
Las adivinanzas, como bien dijimos antes, son textos nobles y poco extensos, lo que permite abordarlos y trabajarlos más fácilmente.
Seguir la lectura con el dedito y preguntar dónde dice (una palabra que nosotros queremos que el niño señale y reconozca), pensar y escribir otras palabras que empiecen como esa que localizó, buscar y rodear las palabras que riman y pensar otras que también compartan la musicalidad del final, son propuestas de trabajo con este tipo textual.
Otra propuesta puede ser la de ofrecerles a los niños una imagen y a partir de ella, elaborar una adivinanza. Al principio puede no tener rima. Lo importante es que pueda hacer una descripción del objeto que debe ser adivinado sin nombrarlo. Te propongo imágenes para que puedan crear adivinanzas en familia:
Los adultos les podemos proponer a los niños que piensen características, por ejemplo, del cerdito de la primera imagen. Ir tomando nota, como mediadores de la escritura, de aquello que van aportando. Recordemos que es un quehacer del escritor, dictarle a otros. Luego, se arma la adivinanza.
Aquellos niños que quieran escribirla solitos, aunque no lo hagan de manera convencional, pueden hacerlo. Es más, reconozcan su esfuerzo y sus avances.
Luego pueden proponerles a los pequeños que estas adivinanzas se las lean a otros para que resuelvan el enigma que ellos mismos elaboraron. De este modo, tanto lectura como escritura resguardan su función social y qué mejor para el niño, que a través del juego no sólo desarrollan su creatividad e imaginación sino que, casi sin darse cuenta, están leyendo y escribiendo.