Durante mucho tiempo, se ha creido que la meditación y el alcance de la atención y concentración plena era cosa de adultos. Sin embargo, hoy existe un incremento del interés por enseñar a meditar a los niños para eliminar el estrés y aprender cómo conectar con su propia fuente interna de calma.
Pero, ¿Quién puede enseñarle a meditar a un niño? Cualquier persona puede hacerlo. Sólo hace falta conocer técnicas sencillas y haberlas practicado algunas veces. Además es importante conocer la importancia de practicar la meditación y la atención plena.
Por otra parte, quiero exponer que la meditación es sencilla: hace falta sentarse en silencio, solo o en grupo, es mas práctico que lleven ropa holgada, si quieres pon música suave de fondo o tal vez prefieran el silencio.
Índice
Enseñar a meditar a los niños
La meditación en los niños es muy beneficiosa para su desarrollo en la escuela y ayuda mucho a lo niños problemáticos y aquellos que tienen problemas de concentración a la vez que les da paz y armonía abundante.
El estrés al que nos sometemos deriva en tensión y fatiga y nos impide concentrarnos y enfocarnos. Los adultos transmitimos esto a los niños. La meditación es una herramienta que nos ayuda a ser más conscientes de nosotros mismos, a captar energía positiva y a transmitirla también.
Varios estudios científicos han demostrado que la meditación reduce la producción de cortisol, la hormona del estrés, al aumentar la producción de serotonina, la hormona de la felicidad. La meditación para los niños les ayuda a mantener un estado emocional estable y a tolerar mejor las emociones negativas, a apreciar las emociones más agradables y a poder enfrentar las ansiedades y los miedos.
Por lo tanto, podemos emplear la meditación para los niños como una herramienta educativa: mejorarán su autoestima, su conciencia de sí mismos y de los demás, pero también la de su propio entorno.
¿Cómo enseñar a meditar a los niños?
1- Sé ejemplo para el pequeño
Si deseas que los niños comiencen a meditar, es importante que primero te vean a ti , que sepan que lo haces. Con esto, atraerás su atención y despertarás la curiosidad. Una vez que haya un interés genuino y natural por la meditación en el niño podrás guiarlo hacia una mejor comprensión y fomentar su propia práctica.
2- La importancia de la respiración
Toda persona que ha hecho meditación sabe que la respiración nos ayuda a centrarnos en el momento y en lugar presente. Los niños pueden aprenderlo simplemente observando su respiración, fijándose en cómo su pecho o su abdomen sube y baja con la inhalación y la exhalación. Esto les ayuda a estar en el momento presente. De esta manera, quienes estén compartiendo este momento único, reforzarán su vínculo.
3- Comenzar con la adaptación
Los niños no siempre responden de la forma en que los adultos queremos. Con la meditación ocurre lo mismo. Podemos guiarlos en cómo sentarse, cerrar los ojos y en todos los pasos que deben dar, pero si ellos no quieren hacerlo no hay forzarlos.
Es por ello que debemos brindar estrategias para conectar su interés, ofrecerles herramientas que les ayuden a calmarse y a relajarse.
4- Usar la imaginación
Si hay algo que nos propone la meditación es ser creativos ya que debemos armar el ambiente, un lugar hermoso y seguro que les encante a los niños.
Puedes crear tu propia ambientación o dejar que el niño también colabore en la creación de la meditación. Hay varios libros que podrían ayudarte a crear el contexto ideal para meditar con niños.
5- La paciencia, actriz principal en el desarrollo de este proceso
Parecería que enseñar a meditar a los niños es todo color de rosas, puede resultar muy frustrante si no lo enfocas desde una perspectiva flexible y paciente. Deja que el niño desarrolle su propia curiosidad, que se sienta libre cuando le propones las meditaciones y que observe y “maneje” la situación.
Lo realmente interesante es plantear la meditación en los niños para que sean ellos quienes se hagan dueños de su propia energía y aprendan cómo canalizarla.
Beneficios de practicar la meditación
La meditación ayuda a conocer o a entender mejor las emociones y a fijar o mejorar la concentración. Aquí te ofrezco un largo listado de beneficios que se despliega de esta práctica. Puedes proponerla como una situación lúdica altamente eficaz.
Meditar…
- Ayuda a mejorar la concentración, el aprendizaje y el rendimiento académico.
- Desarrolla la creatividad.
- Mejora la concentración.
- Aporta seguridad en uno mismo.
- Reduce la agresividad y la violencia.
- Mejorar el sistema inmunológico.
- Mejora el sueño.
- Ayuda a gestionar las dificultades y frustraciones; es decir que pueden regular sus emociones.
- Aporta valores como la empatía, la autocompasión y el agradecimiento.
Generar un estado de calma en los más pequeños no es tarea fácil, pero el esfuerzo tiende a merecer la pena, ya que no solo ellos confiarán más en sí mismos y mejorará su actitud frente a la vida, si no que los beneficios que aporta la meditación en los niños también tienen que ver con una alta mejora de su sistema inmunológico. Ser capaz de enfrentarse a las frustraciones y dificultades del día a día es un motivo más que suficiente para empezar o por lo menos intentar poner en práctica la meditación con tus pequeños, independientemente de la edad que tengan. Todo es cuestión de paciencia, actitud y tiempo.